domingo, 6 de junio de 2010

Pardiez, cuan equivocado estaba.

A las 10 llegamos a un pueblito del que no os voy a dar el nombre, con un único bar, en el que !oh! Sorpresa, !oh! Maravilla! Ante nosotros se extendía la mejor muestra de pinchos que mis ojos vieran jamàs.
Dos pinchos y una copa de Rioja, consiguiron aplacar los rugidos de nuestros desconsolados estómagos.

2 comentarios:

  1. Hola compañeros estoy en Burguillos. Os doy un soplo de alivio para vuestro camino.

    Que me gustaría estar en estos momentos con mi equipo de ciclismo.

    Un saludo.

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  2. ¡¡Que bonita es la ilusión: unos pedalean jacobeando, otros esperan inpaciente que le entreguen mañana su "chismatico", otros hacen su colada, comer croquetas etc etc!! Abrazos. M. Fdez.

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