Después de los besos de despedida de rigor y un poco de ajetreo por la falta de experiencia en coger tren màs bici, hemos conseguido colocar las bicis en el furgón de cola gracias a la ambilidad del revisor (al César lo que es del César) y aquí estamos sentaditos dispuestos a aguantar las 4h15 hasta Mérida. Luego Dios proveerà.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Animo compañeros, espero que esteis bien.
ResponderEliminar